Inseguridad. Sigo tirado en el suelo. No parpadeo. Las sombras se mueven. —¿Dónde está ella? ¿Es la voz de una mujer? Habla bajo, suave. Pausado. El dolor de cabeza trastoca mi percepción y sus palabras retumban en mi cabeza como si cada letra fuera percutida con saña en un gigantesco bombo después de ser pronunciada …